(En este post cuento mi experiencia personal de toma de contacto con un negocio multinivel. Las conclusiones a las que llego no tienen por qué asociarse a otros negocios que también pueden denominarse multinivel)
Nos situamos en el año 2018. Me encuentro delante de la pantalla de Bloomberg, dando gracias por encontrar bonos decentes a cinco años con una yield del 0,5%, cuando recibo un Whatsapp de un número desconocido. Veo que es un mensaje de Dani, a quien había conocido unos meses antes, amigo de un amigo. Desde aquella ocasión en que nos conocimos no hemos tenido contacto.
Dani me propone acudir con él a una charla sobre educación y libertad financiera. “Tú que trabajas en finanzas, me puedes decir si es interesante o no”.
Le pido que me dé más información, y me pasa un link. Como no me apetece tener problemas con nadie, no diré el nombre real de la empresa. Me referiré a ellos como TopWinners. Aunque el nombre sea inventado, el nombre real es del mismo estilo, atrayente, evocando el éxito y sin hacer referencia explícita a nada financiero.
Entro en la web de TopWinners y me encuentro con un vídeo. En él aparece un tipo joven y con actitud decidida, no trajeado pero sí bien arreglado. Tiene un aspecto moderno, urbanita. Este chaval describe en qué consiste el “proyecto”. No habla de una empresa, ni de un servicio, habla de un proyecto en el cual invita al espectador a participar. De fondo se escucha una música marchosa, para animar el ambiente.
El joven dedica varios minutos a hablar sobre superación personal, motivación y libertad financiera, sin explicar nada concreto. Pasado un rato, por fin entra de lleno a explicar el “proyecto”. Es sencillo: consiste en pagar 200€ al mes por acceder a material de formación sobre trading en divisas y otros activos, además de acceder a sesiones en directo de trading y recibir consejos de compra y de venta de profesionales.
No parece una propuesta muy atractiva. Formación sobre trading se puede obtener gratuitamente en muchos sitios; sesiones de trading (en directo o diferidas) las tienes a patadas en Youtube; y los consejos de compra y de venta no sabes si servirán para algo o no, ya que el trader “profesional” puede ser Jim Simons pero también puede ser tu vecino del quinto. Conclusión: ni por asomo pago 200€ por este servicio.
Pero lo verdaderamente interesante viene a continuación. El hombre del vídeo explica que, si traes a dos personas al proyecto, ya no tienes que pagar los 200€ por acceder a todo el contenido. Y si metes a más de dos personas, empiezas a cobrar todos los meses. Cuanta más gente metes, más cobras.
No hay que ser muy avispado para entender que el negocio que me están vendiendo, el “proyecto”, es traer a gente y cobrar por ello, con independencia del producto o servicio que se venda. No importa si son cursos de trading o clases para tocar el piano con los pies, eso es lo de menos. El incentivo para entrar en el proyecto no es aprender a hacer trading, es convencer a otros para que hagan lo mismo que yo (traer a más gente) y así generar ingresos. Claro está, a las personas a las que yo les quiera vender el proyecto les contaré la misma película que me han contado a mí: si meten a tres o más personas en el proyecto, cobrarán todos los meses.
Ésta es la primera vez que me topo con un esquema piramidal multinivel. Había oído hablar de ello, pero no sabía cómo funcionaba exactamente. Ahora me hago una idea.
Además del video explicativo del “proyecto”, en la web de TopWinners aparecen vídeos-resumen de eventos organizados por la empresa. Por lo que veo, se trata de charlas a las que acude gente joven, en muchos casos parecen más una fiesta que una sesión de información. No se escuchan las ponencias, lo único que se escucha es música de discoteca. En el vídeo se ve a la gente aplaudiendo, gritando, cantando; están felices porque van a conseguir hacerse ricos. Puro jolgorio. No hace falta mostrar más para convencer de la robustez del “proyecto”.
Tras entender de qué va la cosa, le pregunto a Dani si me ha escrito para pedirme consejo o para venderme el “proyecto”. De manera un tanto ambigua, me confiesa que ambas cosas. Yo creo que es más bien lo segundo, pero en ese caso me sorprende que intente venderme la moto a mí, que trabajo en el sector financiero y tengo los conocimientos suficientes para saber que TopWinners es un chiringuito. Desde luego no ha sido muy hábil.
Le digo que esto me huele mal y que, si fuera él, no me metería ahí. Le digo también que el trading de divisas es algo en lo que muy poca gente gana dinero. Para tranquilizarme, me dice que no ofrecen sólo trading de divisas, también enseñan a invertir en opciones binarias y criptomonedas. Lo que viene siendo inversión conservadora, vamos.
Tras decirle que eso es como ir al casino, me da las gracias por mi opinión y se termina la conversación.
Muchos meses después, me vuelvo a encontrar con Dani en una cena de amigos. Le pregunto qué tal le fue con el “proyecto” y me dice que muy bien. “Menos mal que no te hice caso”, me suelta, “estoy ganando mucho con el trading”. “¿Qué rentabilidad has conseguido?”, le pregunto. “Un 16% mensual".
No descarto que pueda estar delante de un auténtico market wizzard, pero me inclino más a pensar que A) me está mintiendo, B) le están mintiendo a él, y en realidad no sabe lo que ha ganado, o C) es cierto que ha ganado un 16% mensualizado porque sus primeros trades le han salido muy bien, pero unos cuantos trades con pérdidas borrarán por completo esa rentabilidad más pronto que tarde.
Pregunto a Dani si se está ganando la vida con esto, tanto con el trading como metiendo a gente en el “proyecto”, pero no me da una respuesta clara. En cuanto puede, desvía el tema y empieza a pincharme diciéndome que mi forma de vida (ir de lunes a viernes a una oficina a trabajar como gestor de renta fija) está obsoleta, que tengo que abrirme a la nueva economía, a nuevas formas de entender los negocios. Le pido que me explique cuál es la nueva economía y cómo debería entender los negocios, pero, de nuevo, su respuesta no es nada clara. Me habla de blockchain, NFTs y economía digital, pero no concreta nada.
Finalmente, me dice que lo mejor es quedar un día y tener una charla para poder explicármelo tranquilamente. Mi sospecha es que no se ve capaz de gestionar la situación él solo y prefiere recurrir a un vendemotos profesional de TopWinners. Amablemente, declino su oferta.
Ya han pasado cinco años, y me consta que sigue metido en el “proyecto”, aunque por el momento su forma visionaria de entender los negocios no le ha permitido alcanzar la libertad financiera. Respecto a TopWinners (nombre inventado, repito), al poco tiempo de que me la presentara Dani, su página web dejó de estar operativa, aunque a día de hoy algo se puede encontrar en las redes. En varios foros de Google se la señala como posible estafa.
¿El multinivel es una estafa? ¿Hasta dónde puede llegar?
Aunque he calificado a TopWinners de chiringuito y he mencionado que en Google lo señalan como posible estafa, esto no quiere decir necesariamente que el “proyecto” sea ilegal. En mi opinión, el multinivel que he descrito aquí no es propiamente una estafa porque no promete nada a nadie. Caso distinto sería si prometieran una rentabilidad determinada o unos ingresos determinados.
¿Quiere esto decir que es una actividad legítima? En cuanto al respeto a la ley, como ya he dicho, creo que sí, pero desde un punto de vista económico es una aberración. El "negocio" (si es que se le puede llamar así) consiste en atraer a gente, para que atraiga a gente, para que atraiga a gente y así sucesivamente. El producto o servicio subyacente es lo de menos, a la gente lo que se le vende es que puede ganar dinero metiendo a más gente en el proyecto.
Para que el negocio tenga sentido, hay que traer a una cantidad creciente de personas, cada una de las cuales tiene que pagar algo por entrar. En TopWinners, para que un "socio" gane dinero, tiene que meter como mínimo a tres personas. Por eso el multinivel es un esquema piramidal, organizado para que los niveles superiores se queden con la mayoría del dinero.
En el caso de TopWinners, al unirte al proyecto tienes que pagar una mensualidad de 200€ sí o sí. Así la empresa se asegura una fuente de ingresos por cada nuevo socio. Si después eres hábil y consigues captar a más gente para el proyecto, entonces ya no pagas y pasas a cobrar, pero de entrada esos 200€ tienes que ponerlos. Además, cuando metas a nuevas personas en el proyecto, tú vas a cobrar menos de lo que ellas pagan. Es decir, si metes a 3 personas y cada una paga 200€ al mes (600€ en total), tú no vas a cobrar 600€, vas a cobrar, por ejemplo, 150€.
Por tanto, de todo lo que paga el nivel inferior de la pirámide, el nivel inmediatamente por encima se queda una parte y el resto lo manda para arriba a los niveles superiores. Cada nivel percibe su parte, hasta llegar a la cúspide de la pirámide, a la que siempre le llega algo. Para que todos los niveles cobren, es necesario que la base de nuevos socios vaya creciendo.
Salvo que en la parte inferior haya personas que permanentemente paguen los 200€ mensuales y renuncien a traer a nuevos socios (algo que no tiene mucho sentido, ya que el servicio ofrecido por TopWinners no vale ni de lejos 200€ mensuales), la base de la pirámide tiene que crecer, incorporando nuevos niveles inferiores constantemente, cada uno más grande que el anterior. Recordemos que cada socio querrá incorporar a dos o más nuevos socios.
No se está haciendo nada ilegal, pero tampoco se está aportando nada a la sociedad. El multinivel exige que la gente pague, con la expectativa de que luego les pagarán a ellos. Es similar a lo que sucede en las burbujas especulativas, en las que la compra se hace únicamente con la expectativa de que después se podrá vender más caro, al margen del valor real del activo comprado. No se crea valor por ningún lado. En el caso de TopWinners, se ofrece formación en trading, pero nadie o casi nadie querrá entrar en el “proyecto” por ese motivo. Querrán entrar para ganar dinero mediante la introducción de nuevos socios.
El multinivel, por sus propias características, tiene una fecha de caducidad, ya que la población mundial es limitada. Si el "proyecto" tuviera éxito y todo el mundo quisiera unirse a él, llegaría un momento en que no habría suficientes personas como para completar el nivel inferior de la pirámide, que, como ya hemos visto, es cada vez más grande.
Por supuesto, para cuando el multinivel se agota por falta de nuevos socios, las personas que montaron todo el tinglado y que están en los niveles superiores ya se han embolsado una buena suma de dinero. Simplemente tienen que cerrar la empresa y abrir otra nueva con el mismo propósito, preferentemente en una jurisdicción laxa (por ejemplo, Islas Caimán). Los perdedores son los niveles inferiores, que pagan los 200€ durante uno o varios meses, pero no consiguen recuperarlos nunca.
En conclusión, el multinivel, tal y como lo he descrito aquí, no tiene por qué ser una estafa, pero no aporta nada a la sociedad; se trata de un mecanismo para transferir dinero entre personas, un juego de suma cero. No deja de ser un Ponzi que se mantiene dentro de la legalidad (y a duras penas) únicamente porque no promete una rentabilidad de manera explícita. El resultado es el mismo, que es que una banda de trileros hagan su agosto.
Para terminar, quiero aclarar que me consta que el multinivel es una estrategia legítima de marketing, y que no tiene por qué aplicarse exclusivamente a chiringuitos como el de TopWinners. Es decir, hay negocios multinivel en los que el producto o servicio ofrecido sí aporta valor, y donde la principal fuente de ingresos de los socios no es la atracción de nuevos socios, sino la venta del producto o servicio. En cualquier caso, creo que, siempre que nos presenten un negocio multinivel, debemos estar alerta.
Contacto: angelruizmonasterio@gmail.com
(Imagen de portada: Freepik)
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